Al borde del mar infinito, se yergue escondido en el tiempo, un castillo, construido con ideas ingenuas que ocultan secretos que a pocos interesan.

Tras cortinas vaporosas y viejos muros, se halla siempre abierta su puerta esquiva. Dentro, algunos encontrareis consuelo; otros sin embargo solo una ilusión ajena que os hará perder un valioso tiempo entre sus vacíos corredores.

jueves, 28 de abril de 2011

CRÓNICAS DEL MUNDO: ALEJANDRO MAGNO



PRÓLOGO

La cultura y pensamiento Griegos, supusieron sin duda unos fuegos artificiales intelectuales y vitales en la historia que aun siguen alumbrándonos. Solo hay que compararlo con Babilonia, los judíos o Egipto. Y todo lo que volvemos atrás a ellos cada vez que nos replanteamos cualquier aspecto de nuestra identidad como especie. Grecia, tras los episodios épicos geniales previamente relatados en el post anterior, se sumió en una contienda interna que debilitó mucho tanto a Esparta como a Atenas.

Las batallas que libró Alejandro fueron las más multitudinarias hasta la época.

Pero en el juego de poderes entraría una pequeña región tras las montañas llamada Macedonia. Donde un rey muy inteligente llamado Filipo, ansiaba la unificación de toda Grecia. Siempre que lo nombro, recuerdo al orador Demóstenes que criticaba duramente en la asamblea TODOS los ambiciosos planes de Filipo. Se llamaron a sus discursos: las ‘filípicas’, y el monarca le permitía expresar al apasionado político tales discursos, pues al fin y al cabo se hallaban en una democracia.

Alejandro III de Macedonia, más conocido como Alejandro Magno (Griego: Μέγας Αλέξανδρος, Megas Alexandros;1 Pella, 20 ó 21 de julio de 356 a. C.Babilonia, 10 ó 13 de junio, de 323 a. C.), Mas info en la Wikipedia.

La cuestión es que Filipo, ansiaba también hacerse con el imperio Persa, el cual ya no se hallaba ya bajo el dominio de hombres tan ambiciosos y poderosos como Darío I o Jerjes. Filipo fue asesinado, pero su hijo Alejandro, llevaría su ambición a nuevas fronteras. Hay tres anécdotas interesantes y muy simbólicas sobre Alejandro:

Alejandro es el mayor de los iconos culturales de la Antigüedad, ensalzado como el más heroico de los grandes conquistadores, un segundo Aquiles, o vilipendiado como un tirano megalómano que destruyó la estabilidad creada por los persas. Su figura y legado ha estado presente en la historia y la cultura tanto de Occidente como de Oriente a lo largo de más de dos milenios, y ha inspirado a los grandes conquistadores de todos los tiempos, desde Julio César hasta Napoleón Bonaparte.

La 1ª fue con su mítico corcel, Bucéfalo. Era un joven de 13 años cuando su padre y sirvientes habían adquirido una espléndida montura, salvaje y nerviosa. Vigorosa, pero imposible de domar. Alejandro le pidió a su padre que le permitiera montarlo, mientras los sirvientes lo reprendían, pues el caballo salvaje podía matar fácilmente al muchacho. Alejandro pareció observar que el caballo tenía miedo de su propia sombra, y consiguió subirse a su lomo tirando de las riendas y levantándole la cabeza hacia el sol. Su brillo deslumbró al caballo que quedo paralizado y perplejo. Este momento lo aprovechó Alejandro para montarlo, y la leyenda nos dice que le susurro a Bucéfalo: 'Mientras andes conmigo, nunca caminaras en tinieblas.' Y fue así como le convirtió en su mejor amigo y nombro posteriormente varias ciudades con su nombre.

Una cuadro fantástico de Alejandro y sus hombres. a quienes os interese el tema, os recomiendo echar un vistazo a la Wikipedia, ya que tienen una crónica muy buena de las diversas batallas de Alejandro.

La historia con el ermitaño Diógenes, de ideas parecidas a las de Buda también es interesante. Decía este que las posesiones solo sirven para obstaculizar la reflexión y el bienestar sencillo. Por ello, el excéntrico sabio se desprendió de todo, se metió dentro de un tonel casi desnudo y disertaba en el mercado de la plaza de Corintio, viviendo independiente y libre. Alejandro quiso conocer a aquel extraño individuo, así que un día se acerco a él vestido con una armadura radiante y un casco con penacho ondeando al viento y le pregunto:

-‘Me gustas, pídeme lo que quieras y te lo concederé’ - Diógenes, que estaba confortablemente tumbado al sol le dijo: ‘Pues mira, Rey, tengo un deseo’

- ‘Bien, ¿De que se trata?

- ‘Me estas haciendo sombra, por favor, retírate del sol’

Alejandro según se cuenta, quedo impresionado por estas palabras y según cuenta la leyenda dijo:

- ‘Si no fuera Alejandro, querría ser Diógenes’

La leyenda del nudo Gordiano decía que si alguien era capaz de desatar con sus manos una rienda anudada con fuerza descomunal, se haría dueño del mundo. Al verlo, Alejandro cogió su espada y lo corto en dos. Mientras todos le miraban atónitos él respondió:

- ‘Cumpliré la antigua profecía conquistando el mundo con la espada en mi mano’.

Alejandro Vs el nudo Gordiano.

Puedo contaros otras andanzas de Alejandro, sus desaires y algunos defectos. Pero debo destacar su ánimo explorador. Todas las tierras que conquistaba, se las otorgaba a sus generales. Solo quería descubrir más lugares, entender a la gente y crear un mundo en el que el conquistador no sometiera, sino que se adaptara pronto, en un suma y sigue. Eso le supuso grandes sinsabores entre los suyos. Ni siquiera siglos después, los romanos sabrían entender este espíritu. Murió a los 33, y cuando le preguntaron por su sucesor, el respondió: ‘El mas digno’ Lo siguiente que hicieron los suyos fue guerrear como antaño habían hecho los Griegos, dividiendo y derrochando por ambiciones sin conciencia los enormes logros de su antiguo señor. Fue pionero en el entendimiento entre culturas.


Solo Alejandro abrió un camino al q incluso hoy muchos no acaban de aceptar del todo, yo incluido. Me impresionó en la película de Oliver Stone, el momento en que Alejandro va caminando medio abatido y avanzando sin cesar seguido por miles de personas, siempre mirando más allá de las montañas y de si mismo. Los que iban detrás andaban con dificultad, como si no pudieran seguirle el paso.

Los griegos en su inagotable inquietud, amaban aprender cosas nuevas, cogían lo aprendido y se lo llevaban a otros lugares explicándolo precipitadamente a pueblos más tranquilos que ellos. Eran esencialmente iconoclastas, lo que mas les divertía era cuestionar antiguas creencias y desbaratar los sistemas religiosos de los demás. Esto de la iconoclastia puede ser muy divertido, a mi mismo me encanta hacerlo, pero a veces su efecto puede ser terrible. Ya que desafía una vieja y segura forma de vida que quizá fuera mejor no perturbar.

Mosaico mítico, el más antiguo de Alejandro contra Dario.

La raza humana había sobrevivido, e incluso prosperado, durante miles de años basándose en esta filosofía. Su espíritu exigía que todo volviera a examinarse. Los griegos no fueron bien recibidos en todos los lugares en los que recalaron. Marineros aventureros por naturaleza, se embarcaron con el mismo valor a empresas intelectuales poniendo a la raza humana ante retos que perfilaban un nuevo hombre al que aspirar a convertirse. Su literatura, los animaba a serlo. La odisea los retaba a la aventura, la astucia y al atrevimiento.


SOBRE ALEJANDRO MAGNO

A lo largo del abismo de las eras, aunque muchos quieran verlo como una serie de casualidades, se producen momentos gloriosos. Nace gente que como estrellas, hacen que todo sea diferente. Para los historiadores apasionados y amantes d las batallas, el simple hecho de pronunciar el nombre de Alejandro provoca emoción. He querido añadir a modo de epílogo del quinto capítulo, un nuevo apéndice dedicado a la figura de este interesantísimo personaje.

Es imposible resumir en esta entrada, todos los momentos memorables y los más humanos de Alejandro. Os animo a descubrirlos si no los conocéis...

No puedo imaginar que alguien que haya leído sobre las Crónicas de la batalla de Gaugamela (o Arabela - La tierra de los 4 Dioses, actual Irak) y no se haya impresionado ante la inteligencia y temeridad de este hombre. Gaugamela ha sido sin duda una de las batallas más épicas de la historia del hombre. Imaginaos a un contingente de 250.000 (aunque las crónicas dicen que eran el doble) compuesto por carros de combate avanzadísimos para la época, 12 elefantes y una poderosísima caballería e infantería, enfrentarse a un grupo de 256 falanges de 45000 hombres. Era una locura.

Ester y Darío, probablemente después de la derrota que este sufrió en Gaugamela...

Quien hubiese podido estar allí para ver contienda semejante, y admirar como Alejandro se lanzaba contra Darío III en persona con un sequito de apenas 1000 hombres ecuestres. Alejandro es la prueba que una mente superior y disciplina pueden conseguir cualquier cosa. No os voy a aburrir contando las maniobras que uso, que se siguen estudiando incluso hoy en día.

Un esquema con la magnífica estrategia de la que se sirvió Alejando para derrotar a Dario. Pincha para ampliar.

Lo verdaderamente fascinante para mi de Alejandro, no son únicamente sus asombrosas dotes como estratega militar, su efectiva capacidad de mando o su increíble adaptación a nuevos entorno. En muchos sentidos, fue el germen del ideal de caballería. El proto-líder, el hombre que lo supedito TODO, solo por un sueño. No puedo saber los motivos de porque ocurrió esto. En cierto sentido, muchos historiadores argumentan que su comportamiento era lógico: invadir los territorios que amenazaban sus fronteras. También se dice que sabía de memoria la Iliada y la Odisea, y que quizás eso fue el motivo de su sed de gloria. Ya que se comparaba con Aquiles o al mismísimo Apolo.

Captura de la espectacular película de Oliver Stone sobre Alejandro. Os la recomiendo absolutamente.

Aristóteles, su mentor, también pudo haberle inculcado el amor hacia el saber, pero su elección clara y precoz por las armas no denota una devoción total a la filosofía. Alejandro era un hombre curioso que conocía bien las reglas del mundo. Era otra época, otras ideas en la que la vida del hombre no es ni vale como ahora, al menos en nuestra cultura. No podemos juzgar su mano de hierro con los valores actuales. Como todo personaje de la historia antigua, tenemos un mosaico incompleto, con muchas y exageradas versiones. Desde su amigo Ptolomeo, narrador y compañero de armas en la película de Oliver Stone a muchos otros posteriores.

Su ejército se componía de treinta mil hombres de infantería y cinco mil de caballería, según los que dicen menos. Los que más, le dan hasta treinta y cuatro mil infantes y cuatro mil caballos. Quien sabe...

El poder corrompe, y Alejandro tuvo más que nadie en toda la historia de la humanidad hasta entonces. En su vida ciertamente había luces y sombras, pues habiendo conquistado le 90% del mundo conocido... aun quería mas. Pero no era ansia de poder, como la de Agamenón, lo que movía los hilos de su alma, sino el espíritu de Apolo. Su sueño, era crear un patrimonio universal, alumbrado por la cultura Helena. Aristóteles, el hombre más sabio y erudito de su época, supo plantar la semilla de la fascinación por conocer.

Aunque la tengo y no la he leído, la novela de 1200 páginas de Gilbert Haefen en que se basa la película, recibió muy buenas críticas.

Los griegos se consideraban superiores como civilización, como hombres... como todos los conquistadores, y creedme que la cosa no cambio mucho a lo largo de la historia. La 2ª Guerra mundial no esta lejos para probarlo y el Imperialismo Yanki, ahora en decadencia, continua con esta idea. Pero cuando Alejandro entró en Babilonia, una de las cunas de la civilización humana, todo cambió.

Su admiración por los ritos persas y las ostentosas costumbres orientales hizo que el mismo se sintiera embriagado por tanta belleza. Sus compañeros siempre le recriminaron que olvidaba sus orígenes, y le amonestaban porque asimilaba fácilmente esos nuevos modos de vida. Pero eso es lo que para mi, hace grande a Alejandro: su capacidad de adaptación a un nuevo mundo.


Cartel promocional de la pelicula: Alejandro Magno ¿He dicho ya lo guapa que está esta peli?


Él fue el pionero, el gran conquistador, el hombre que tuvo la gran idea de crear un mundo unido, una cultura única. Esa idea, fue posteriormente lo que hizo despegar al Imperio Romano. Pero solo el hecho de pensar que UNA IDEA, UN SUEÑO y UN HOMBRE muevan a miles hacia un destino glorioso, a la grandeza y una nueva forma de ver la vida por encima de los prejuicios culturales. Me resulta fascinante.

Sin él, nada posterior hubiese sido igual. Antes de irme, os dejo su epitafio:


“Una tumba es suficiente para quien el mundo entero no bastara”