Al borde del mar infinito, se yergue escondido en el tiempo, un castillo, construido con ideas ingenuas que ocultan secretos que a pocos interesan.

Tras cortinas vaporosas y viejos muros, se halla siempre abierta su puerta esquiva. Dentro, algunos encontrareis consuelo; otros sin embargo solo una ilusión ajena que os hará perder un valioso tiempo entre sus vacíos corredores.

jueves, 31 de diciembre de 2015

SW IV 2.0: El Despertar sin Fuerza


(AVISO - SPOILERS DE LOS GORDOS)

Hay una importante lección que más tarde o más temprano, todos debemos aprender en la vida. Y es que hagamos lo que hagamos, nunca podremos gustar o caer bien a todo el mundo. Los que lo intentan sin aceptar esta verdad inalterable, se vuelven personas sin carisma, inseguras o irrelevantes.

Alguno se preguntará: ¿A qué viene esto en una crítica sobre El Despertar de la Fuerza? Pues bien, viene a que Star Wars 7 busca gustar a todo el mundo. No digo que sea un bodrio, es entretenida y tiene sus cosas, pero no ha estado a la altura de las expectativas. Me resulta curioso leer tantas reviews positivas que casi la tachan de obra maestra, y ver cómo la gente se conforma con tan poco. Lo que hizo grande a Star Wars fue que una película de aventuras espaciales, buscase con tanta ambición tener una personalidad propia, crear algo diferente y expandirse en un universo imaginativo que había absorbido multitud de referencias de la cultura popular. Cada escena era una sorpresa.

Pondré el ejemplo de ‘El Retorno del Jedi’. La película empezaba cómo un western, en un desierto por el que vagan dos robots que entran en un salón de pueblo zafio y lleno de la peor fauna y flora de la galaxia. Luego aparece Jabba, cual padrino, corrupto rodeado de unas decadentes gogós y temerosa servidumbre. Después Luke luchaba como un gladiador romano contra una bestia, y a continuación el Hutt trataba de tirarlos desde barcazas a un foso lleno de pinchos y tentáculos, cual película de piratas. La película no da tregua, a continuación teníamos la consecución del entrenamiento que finalizaba el camino del héroe de la épica clásica, después las escenas de motos y estrategia militar de campo que se asemeja a una peli bélica de Vietnam. Luego una lucha de espadas con una batalla de fondo, que recordaba el género tanto el bélico de la segunda guerra mundial con barcos y aviones, como un duelo de mosqueteros. Todo al ritmo de una banda sonora orquestal, con una calidad como nunca había tenido antes una película de este género. Luego teníamos los ewoks, para evitar que el film fuera una obra redonda. Donde veíamos a osos de peluche masacrar a soldados de asalto, que por algún motivo no atinaban a reducir. Nada es perfecto, pero que cerca se quedó...

La trilogía de las precuelas (Episodios 1-3) deja en entredicho la capacidad de dirección de Lucas después de tanto tiempo. También, lo nulo que era como dialoguista. Es evidente que se subió a la parra y el ego no le dejo ver en su momento que debió pedir asesoramiento en el guión. Lejos quedaron los tiempos de la trilogía clásica. En las precuelas hay incongruencias, escenas que no son creíbles y diálogos avergonzantes que se alejaban de la química entre personajes de la trilogía original. Pero debe decirse que al menos, sus errores eran suyos. Siguió intentando hacer cosas extravagantes, como colar una carrera de cuadrigas futurista, realizar una coreografía de luchas de espadas de vértigo, mejor de lo visto en la clásica. Puso al protagonista matando niños jedi, se inventó los midiclorianos, añadió nuevas especies y planetas, se crearon cientos de naves chulísimas, siguió con la tradición de amputar miembros y tiró protagonistas por abismos. De hecho en la uno incluso combino la amputación con tirar por el abismo. Lo que esperábamos, más de lo mismo, pero expandiéndose. Aunque peor contado.



Mucha gente podría decir al leer esto, que el episodio 7 también incluye estos elementos. Pero no, hay un matiz. El problema de Star Wars 7 es que es otra vez lo mismo, mejor contado. Por desgracia, esta es la clave. SW 7 es un remake oculto del episodio 4. Empieza exactamente igual, con una nave imperial (Ahora la primera orden) sobrevolando un planeta también desértico. En vez de invadir una nave, invaden un pueblo. Allí un personaje oscuro secuestra a un gran piloto en vez de una princesa, y un droide escapa con un plano importantísimo. Los malos lo buscan mientras que el  droide conoce a un personaje descastado que vive en el desierto y tiene un vínculo con un importante personaje de la anterior trilogía. Luego interrogatorio con bola de fondo, rescatan a la princesa, digo a Poe. Luego Han Solo se escabulle de unos mercenarios y escapan en el Halcón. Después la cantina y Yoda con cara amarilla, entonces aparece la estrella de la muerte. En serio ¿OTRA VEZ? Dios santo y bendito, cargándose un planeta otra vez y siendo reventada por un puñado de pilotos rebeldes otra vez. La relación paterno-filial en la que acaba uno cayendo por un boquete abisal… otra vez. Hay muchos más guiños a la trilogía clásica, pero la estructura es tan calcada del episodio 4, que roza la categoría de remake. Por mucho que superficialmente siga los compases del episodio 4 (A veces como si fuera el estribillo machacón de una canción), me atrevo a decir que este episodio no pasará a la historia como una buena película de SW. A diferencia del fantástico remake que Abrams hizo con Star Trek, su ritmo narrativo no suple su ausencia de alma.   

Además, el hecho de ser extremadamente derivativa no es el único problema. Sino que se nota a la legua la ingeniería Disney, y aquí vuelvo al comienzo del artículo. Muchos confiábamos en que se repitiera un revival de la calidad de Star Trek. Elementos que nos encantan y conocemos, refrescados, con química y un nuevo enfoque. Pero es evidente que Disney ha marcado las pautas para que nos gustase a todos y SW 7 fuese una película para todos los públicos y que amasara dinero.

Primero, un director que sepa narrar. Segundo, una princesa Disney que lo mismo te pilota una nave que nunca ha cogido mejor que dos pilotos imperiales que  hincha a palos a dos secuestradores sin despeinarse. Además entiende la nave de Han Solo mejor que el mismo y también usa la fuerza sin entrenamiento y casi se carga al malo de la peli ella sola. Todo eso, sin perder la mirada ingenua ni la pureza aséptica Disney. Solo le falta cantar una canción. Luego tenemos a Finn, personaje que actúa de forma exagerada, y que busca ser un reclamo para el público de color. Tercero, los chascarrillos para frikis. Desde como cae la espada de Luke en la nieve a la aparición de R2D2, el casco de Darth Vader… La más simbólica me resulta sin duda la de C3P0. De ser el quejica insoportable y egoísta, ya parece importarle poco tener un brazo diferente o hallarse en mitad de una batalla. Se ha aburguesado tanto, que su aparición parece tener solo dos motivos, ser uno más de los latiguillos de pleitesía a la saga original y dejar constancia que saldrá un muñeco suyo con el brazo rojo (Diferente a la anterior versión, ojo coleccionistas). Cuatro, demasiados huecos de guión. Es cierto que la especulación sobre algo que se ve y no se explica puede ser el tocino de una historia. Distrito 9 hacia un uso genial de ello. Me mola que no digan quien es Snoke, tengo mi interpretación personal y me despierta el gusanillo saber si es quien creo que es rebuscando en el lore de SW. Pero lo que no se puede omitir es la motivación principal de un personaje, o el origen de un sentimiento que hace que se carguen a un protagonista icónico ¿Qué es lo que ha hecho tan mal Han para que Ren lo odie tanto? ¿Por qué no se carga a Finn? ¿Tal vez porque nos daría igual? ¿Tal vez por usar ese recurso tan antiguo como malo, que es matar a un personaje bueno para crear drama y usar karma en dar importancia a otro personaje? Una pena, porque realmente el actor promete. Lucas no supo transmitir la rabia y dolor de Anakin, pero Abrams directamente nos la omite. Ese descontrol y rabia que tiene debería haberse explorado mejor, en vez de ponerlo teniendo pataletas. De las que el mismo Abrams parece mofarse cuando Ren llama a los guardias rompiendo cosas como una histérica, y estos se hacen los longuis quitándose de enmedio. Pero bueno, la peli tiene que tener humor para que la gente se lo pase bien. Hay que complacer a todos los públicos. Y usar tópicos nunca vistos en la historia del cine, como la nave que aterriza al borde del precipicio, el discurso del sucedáneo nazi arengando a las tropas…


(Curiosa imagen que resume el espíritu de esta película.)


El problema real de Star Wars 7 es que está diseñada con bisturí para complacer a mucha gente. Demasiada gente. Entiendo ahora por qué Abrams ha querido salirse del proyecto. Probablemente sabe que hay gente a las que no puedes decir que no en Hollywood. Hacer cine cuesta dinero y es bueno que te deban favores y tener amigos en ciertos lugares. Entiendo también que Disney quisiera quitarse de un plumazo todo el universo expandido, para evitar que su público pierda la sensación de frescura y sorpresa con lo que va ocurriendo. Pero es un pecado que no se haya tomado como referencia al menos la trilogía literaria de Timothy Zahn. Solamente con substituir ese estereotipado pelirrojo gritón que da vergüenza ajena, por un vástago o clon del  almirante Thrawn que lucha por heredar el imperio, la película hubiera subido enteros ¿Para esto se han quitado algunas historias de tantísima calidad  del universo expandido? Si hubiesen solo refrescado y añadido alguna cosa a la trilogía del heredero del imperio, quizás otro gallo hubiera cantado. Total, si pone SW seguro que vende ¿Por qué no tener un poco de ambición? Otros con menos medios lo hicieron, véase Star Wars Legacy de John Ostrander o hasta la serie de animación de Clone Wars o Rebels. Estas no solo se limitaron a explotar la franquicia, sino que se atrevieron a rellenar huecos de guión, crear personajes geniales y ampliar el Lore de una forma satisfactoria.


En resumen. Ni Snoke, ni la primera Orden, ni Kylo Ren… Disney es el auténtico villano de la película, que se deja llevar por el lado oscuro del dinero. Ya lo hicieron con Marvel, convirtiendo casi en clones todas las películas tras Vengadores. A ver en que quedan Civil War y las nuevas. Ojalá me equivoque, pero a quien quiero engañar. El problema es que las injerencias de la Disney representan todo lo contrario al espíritu real de Star Wars, que miraba fuera buscando absorber elementos de la historia o la cultura pop, y traducirlos a sci-fi de aventuras. Disney no tiene esa perspectiva, y solo absorbe los elementos propios que cree que van a vender. Así que los recicla para vendernos lo mismo con diferente envoltorio. Ambición creativa por especulación monetaria. Por desgracia, tengo que reconocer una cosa, al leer la oleada de críticas positivas, quizá han sido inteligentes. Conocen bien a su público. Viendo los nuevos directores asalariados y la cadencia anual de la saga, empiezo a sentir la ira, el dolor y el miedo del lado oscuro. Ojalá la próxima no tenga nada que ver con esto y tome nuevos derroteros menos derivativos. Espero con todo mi corazón equivocarme, pero ahora mismo solo me queda añadir con tristeza parafraseando a Yoda en el episodio 2: ‘Las pelis clon, comenzado han.’