Al borde del mar infinito, se yergue escondido en el tiempo, un castillo, construido con ideas ingenuas que ocultan secretos que a pocos interesan.

Tras cortinas vaporosas y viejos muros, se halla siempre abierta su puerta esquiva. Dentro, algunos encontrareis consuelo; otros sin embargo solo una ilusión ajena que os hará perder un valioso tiempo entre sus vacíos corredores.

domingo, 22 de julio de 2012

CRÓNICAS DEL MUNDO: CAPÍTULO 6 - LA INDIA (CON NOTICIAS)


VUELVE EL CASTILLO DEL CABO BRUMOSO...


Disculpad el largo paréntesis entre una entrada y otra, pero los avatares de la vida me tienen ajetreado e inmerso en un constante caos de inestabilidades. Sabed que me produce no poca congoja el no poder actualizar con constancia este rinconcito virtual, sobretodo por la satisfacción de crear cierto hábito en los lectores que solían frecuentarlo. Me encantaría ir subiendo entradas con las habituales extensiones y con la suficiente calidad para atraer de nuevo vuestras curiosidades, pero un proyecto literario del que seréis testigos el próximo Junio del 2013, llena el poco tiempo libre que tengo junto a mis muchos entretenimientos y contactos sociales. Estad atentos porque a mediados de junio empezaré con la campaña de publicidad y Pyromid iluminará la red con bizarras y exóticas creaciones.


Sin embargo, he resuelto repasar y actualizar las entradas antiguas. Principalmente por dos motivos: En primer lugar porque releyendo hoy algunas partes, he notado que hay muchísimos fallos en la redacción y maquetación, y en segundo, porque algunos textos habría que actualizarlos un poco. Así que desde esta misma semana iré por orden cronológico, pero a la inversa. 


Debo reconocer, que el principal artífice de este regreso ha sido mi muy estimado amigo y pseudo mecenas, Ambrosius Stein, señor del enigmático castillo del cabo brumoso. En mis últimas charlas con él al calor de la chimenea de su amplio y extravagante salón, me solicitó expresamente que no abandonara ni mis lecturas e investigaciones sobre el pasado histórico, ni mis intrusiones en las apasionantes iteraciones del hombre en las nuevas vías del ocio y creación artística. Noté en su voz cierto deje de tristeza, como si lamentara más por mí que por él mismo, la decisión de apartarme de esos extraños vericuetos que me han traído más de un quebradero de cabeza… y hasta algún incidente que ha puesto en peligro mi propia existencia. Pero no puedo hablar aun de esos inquietantes menesteres por este medio.


Así pues, tras deliberar para mis adentros en las amplias estancias que Ambrosius ha habilitado como baños en las criptas del castillo, tuve un momento epifánico. Tomé algunos libros de su kilométrica biblioteca, y resolví volver a mis viejas labores blogueras por un día. Entenderá el habitual lector de este espacio, que agradar a tan querido cofrade, es para mí casi un deber. Nadie puede imaginar, cuanto he disfrutado de su compañía, aprendido de sus sabias palabras o enriquecido mi espíritu en sus extraños y desconocidos libros. Solo esto puedo contar de momento, así que al tajo:



EN OTRO LEJANO LUGAR…

Volvamos al torrente de la historia por donde lo dejamos. Mientras los Griegos les paraban los pies a los Persas, en el extremo casi opuesto del mundo se hallan unas regiones gigantescas, conocidas actualmente como China y la India. En esta última centraremos nuestra atención, porque según las ultimas investigaciones, también allí se desarrolló en la antigüedad una civilización no mucho menos inferior a la de Ur. 


Su lengua estaba emparentada con la de los Griegos y Persas, también con la de los Romanos y Germanos (Padre = Vater - Alemán, Griego - Pater, Latín - Pater, y en indio - Pitar) De hecho, como los Indios y los Germanos son los extremos de la familia de esta clase de Proto-lenguaje, se le denominó a toda la familia Indo-Germano (o Indoeuropeo)


A finales del siglo XVIII varios investigadores llegaron a la conclusión de que el sánscrito, antigua lengua sagrada de la India, guardaba relaciones con el griego y el latín. Nació así la teoría del árbol genealógico enunciada por Schleicher y la gramática comparada, según la cual existió un primitivo idioma ya desaparecido - el indoeuropeo - del cual surgieron multitud de lenguas que a su vez dieron origen a otras.


Lo más destacable de su sociedad, es que fueron colonizadores igual que los espartanos, y formaron castas inamovibles. Si uno nacía en familia de guerreros, debía ser guerrero. También había castas de labradores, artesanos y sus miembros no podían casarse entre ellos. Además estaban los Parias, que no pertenecían a ninguna casta. De hecho, solo por tocarlos o el mero hecho de dejarse rozar por su sombra, ya hacía que se ensuciara uno de su impureza.


Casta significa “color” en una traducción directa. Sin embargo casta es algo más, implica endogamia, privilegios, injusticia... Aunque parezca un concepto pasado de moda, actualmente aun quedan vestigios importantes.


De entre todas estas castas, la más elevada era la de los sacerdotes (Brahamanes) Ellos creían que su Dios Brahma estaba presente en toda la naturaleza, desde el ser humano a las piedras, su aliento actuaba en todo, y aseguraban que los cambios físicos son solo superficiales. 


Cuando uno muere, a no ser que se haya purificado del ciclo del Karma con buenas acciones, vuelve al mundo como un tigre, una cobra, una planta... dependiendo de si ha progresado espiritualmente en la anterior existencia. Si consiguiese sin embargo limpiar sus imperfecciones, obtendría el mayor de los premios: Abandonar el mundo y el ciclo del Karma, para ir a unirse con el ser divino. Y la mejor manera de llegar a ese estado era la meditación.


El método de meditación era sencillamente una frase: "ESO ERES TU". Con ella, los hindúes se identificaban con cualquier cosa de la naturaleza, y pensaban en ello en solitario durante horas, meditando días, semanas, meses y años en la espesura de la selva. Siempre sentados, rígidos y en silencio. La mirada hundida y las piernas cruzadas, mortificándose sin comer ni dormir para sentir dentro de si el aliento de Dios. Pero aunque hubo muchos santos, destacó uno en particular, muy curioso y conocido en occidente.


Se llamaba Gautama y era príncipe, aunque muchos lo conoceréis por el nombre que se le dio más tarde: Buda (el iluminado). Gautama creció según cuenta la leyenda, entre muchas riquezas. Tenía tres palacios y vivió siempre rodeado de felicidad en una atmosfera casi utópica. Pero tres visiones le hicieron cambiar su concepción de la vida. Un viejo, un enfermo y un muerto. Estas visiones chocaron con su concepción de la vida perfecta y eterna. Así que un día, mientras paseaba por el bosque meditando estas cuestiones, vio a un ermitaño. Tomo su ejemplo y huyó de una vida de placeres sin fin, para descubrir las verdades trascendentes.


Así pasaron seis años. Gautama se dedicaba a mortificarse, casi sin respirar soportaba horribles dolores para meditar más profundamente que los demás. El objeto de sus abstracciones eran las desdichas del ser humano. Pero no llegó a nada, así que empezó a comer algo. Muchos ermitaños le despreciaron por ello, pero parece que el alimento le sentó bien, porque poco después, en un claro de un bosque al lado de una higuera, le llego el conocimiento. Y a partir de ese momento, marchó a anunciar su descubrimiento a todos los hombres.


¿Que descubrió? Os preguntareis... pues sencillamente esto: 'Si queremos librarnos del sufrimiento, debemos comenzar por el interior' Según Buda, el dolor nace del deseo. Si deseas algo y quieres ser feliz, debes luchar por conseguirlo... o sencillamente, dejar de desearlo. Así ya no estarás triste.

Todos queremos bienestar, reconocimiento y ternura. No obtener estas cosas nos genera ansiedad y tristeza. Decía Buda, que para solucionar el problema debía hacerse como el guía del elefante, apagar la sed sin saciarla o lograr la calma del mar interior. El que gobierne todos sus deseos, no regresara al mundo una vez muerto. Solo se reencarnan los que se aferran a la vida, ellos continúan el ciclo de nacimientos. Alcanzarlo no es sencillo, él le llamo 'El camino intermedio' y para conseguirlo es necesario: una fe recta, una decisión recta, una conciencia recta y un ensimismamiento recto.


Fácil de resumir su pensamiento ¿verdad? Al que le parezca algo estúpido, que reflexione sobre como impactaron unas ideas tan simples en las mentes de sus contemporáneos, pues de hecho, muchos le veneraban ya en su día como un Dios. Actualmente hay tantos Budistas como Cristianos, sobretodo en Oriente: Sri Lanka, Tibet, China y Japón.

Mi frase favorita de todas las de Buda:

'Si ves que un camino va a hacerte daño en un futuro, no lo tomes'

Y aquí termino, me dejo muchas cosas en el tintero, pero siguiendo el ejemplo de simpleza y brevedad de Gautama, si queréis saber más, a meditar un poco en vez de tanto leer.



Próxima entrada Ignstórica, tras un par de igncisos... China, el imperio milenario.